Te busqué y te busco, en cada caricia, en cada extraño.
Me pierdo en los ojos de aquellos que prometen ser una pizca de quien fuiste.
Me gustan las manos llenas de callos y el corazón lleno de ira.
Me gusta todo aquello que me recuerde que existías.
He evolucionado y transformado en este ser callado...
Silencioso, sigiloso, siempre en busca del mejor escondite.
Para observarte de lejos y a la vez de tan cerca.
Para tenerte de a ratos cuando te paseas con cualquiera.
Los imposibles se han vuelto mi pan de cada día.
Un ilusionado "te quiero", la esperanza de aquel "algún día"...
Obsesiva compulsiva de todo lo malo, incluyéndote.
Vivo el día a día con la esperanza de un mañana que mes por mes se nos aleja más de las manos.
Disculpe el plural, es que en mi cabeza aun queda un "nosotros", usted conmigo, usted entiende.
No le pido permisos, ni le doy avisos, ni señales de mi existencia.
Creo que vivo en cada canción que se entona con la voz chillona y el corazón jodido.
Eventualmente me dije, eventualmente le olvidaría...
Pero la ocasión no ha llegado.
Porque hasta cuando más amo y soy más libre,
Aun en mi sonrisa enamorada, sonrisa que provocan otros tipos...
Aun en tal gesto está su nombre escrito.
Dicha absoluta fue estar envuelta en su miseria.
La vida de perro callejero que lleva y que disfraza planchando sus camisas.
Aprendí del mejor a buscar en las noches y en los bares donde hay cerveza barata y fría.
Aprendí que no hay miedo más grande que el temor a querer,
Pues es más fácil curar una rodilla rota a un corazón.
Y aun sin embargo le quiero sin medidas, porque también sé que no hay placer mayor a liberar tal presión.
Usted esta ahí, tan allá y a distancia compartimos este momento.
Y por más que creí conocerle el tiempo se encargó de desbaratar lo poco que logré armar.
Porque por más que quiera imaginarle ya ni sé como estarás.
Vivo de las esperanzas, del sueño y de aquel "algún día"
Vivo del presente que fue un pasado y que se puede conjugar.
Creí que me cambió y al final no fue así, puesto que usted sigue teniendo la mejor parte de mi.
Extraña con cualquiera, ajena a cualquier persona.
Desde entonces no hubo quien me pusiese cadenas...
Cambié sólo en aquel detalle que usted hubiese deseado que cambiase cuando se tuvo el chance.
Pero sabe que soy torpe y aprendo tarde.