Y finalmente había respeto.
Ya no existía cariño,
de tanto fumar quedaron sólo dientes amarillos.
Del melao, las moscas
Del fuego, quemaduras
del trastorno y la ausencia de locura...
pero siempre tuve la intención.
y aunque lo deseo ya no me siento tan sola
ni tan débil
ni tan diminuta
Qué debo pretenderle al mundo?
Por qué no puede dolerme si me duele?
Por qué debo ocultar que me gusta, si me gusta.
Todo esto es mío
usted ya no recuerda
ya no siente
ya no extraña
y no me extraña.
Todo esto es mío y es un grato regalo
Vivirás en poesía, libros, música
vivirás un poquito dentro de un pedacito de mi que rehúso desprenderme
y por eso precisamente hoy te echo al olvido,
para que finalmente entiendas cuanto te he querido.
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