martes, 1 de julio de 2014

Comienzo de mes.

Terminé caminando sola (aunque ya era costumbre) de regreso a casa, con la excepción de un confeti de emociones que hasta en cierto grado congelaban mi cuerpo. Me sentí aturdida, algo así como si en cualquier momento me atropellaría un carro y me enteraría al segundo luego de suceder. Estaba a descompaz con el mundo y a su vez, en desacuerdo con él.
Llegué a casa con la mirada de fracasado de aquel que tiene un trabajo que odia porque sencillamente no es aceptado en ningún otro, pero sabe que merece algo mejor, sólo que sencillamente su vida no ha colaborado. Subí a mi cuarto, abrí el balcón y me fumé un cigarro... De uno se hicieron dos y de dos terminé pensando en todo lo que yo desearía que sucediera y que no sucedería, con la genial excepción de que esta vez también le añadía a eso un "si quieres que pase, debes hacer algo al respecto" y decidí yo ser el protagonista y no quedarme con el corazón al aire.
Nota mental: La cursileria y romanticidio no es recomendable bajo efectos de la sobriedad.
Americania me mintió y mi "estoy afuera, sal" no llegó ni a "estoy llegando" sin un "por favor", conociendo mi película podía suponerlo así que no me fue de gran impedimento hasta que me atreví a preguntar si me querían; yo sé que me quiere, que me quiso y que precisamente en este momento no me quiere más. El último lo supe por su seriedad y crean que desde ahora no volveré a pecar de inmortal, pero escribo todo esto con el fin de analizar un poco la parte en la que todo se fue como Titanic y yo sencillamente estaba enfrascada en seguir tocando con la orquesta.

No era tan malo...
De hecho, no era malo en lo absoluto. Quizá, sencillamente no era bueno, no era algo excepcional, pero hasta cierto punto era mío y eso me gustaba.
Al final, ibas a seguir quejándote al respecto
y sobre esto pensé muchísimo mientras caminaba con mi perro... Si es cierto de que me explota la cabeza y que sucede más veces de las que me besa por semana, sin estar con él ese tipo de cosas no sucederían... Pero, cuando me refiero a que no sucederían, me refiero a nada. Ni besos, ni migrañas. Y créanlo ahora, que a veces (espero no sea su caso porque es jodidamente deprimente) es mejor tener algo que no tener nada.

Hay ciertas cosas que me he preguntado en estas últimas horas. Lo quería?
Y aunque él diga todo lo contrario y mi mejor amiga este insistente en que no, yo realmente dudo que haya aguantado todo esto sin un poquito de amor de por medio. No soportaría a alguien a quien no quisiera.
Hey! No fue tanto tiempo.
Sí, pero si no me quisiera tampoco me hubiese soportado, ni por una semana.

Debí haberme medido los zapatos, me quedan grandes.
A esto se refería con que me pusiera en su lugar?

La cuestión es que es escaso lo que conozco, bastante y que día a día me permitía conocer una mínima cosa más a la que no le prestaba atención por estar muy ocupada quejándome de su forma de caminar y tan sencillo como eso y aunque me hace falta debo admitir que dudo que extrañaré eso.

Pero de cariño, cómo haces para no sonar egoísta cuando lo que más me gustaba de él era como me sentía yo con su presencia. Me gustaba verlo, no sabría decir un por qué pero siempre me llamó la atención, así de lejitos era fascinante y de cerca, siempre y cuando dijera algo, me encantaba. Odiaba sus silencios, sentía que me juzgaban pero no por criticarme, sino que entonces yo era una compañía aburrida y por eso no había nada que compartir.
Creo que es lo que más extrañaré, verle su expresión cuando me acercaba, la forma tan segura con la que me miraba. Tan complacido. No lo sé. Nada dolió más que ver cómo su forma de mirarme cambió de golpe, me fulminó.

Quizá y la mirada de alguien no sea un motivo para querer pero a mi me bastaba con sólo ver. Ahora, si lo vamos a colocar un poco más personal podría decir por ejemplo, cuando se me acercaba, tipo el sistema solar o no sé (él podría darnos la respuesta), si se acercaba lo suficiente (aun sin tocarme), no tengo la medida exacta pero tal centro de gravedad me llevaba directo hacia su brazo; no podía tenerlo cerca sin tocarlo y odiaba cuando no me tocaba. Me atraía, me erizaba y me calmaba... Debí besar un poco más su espalda.

No podría responder porque lo quiero, sólo sé que lo hago.
No podría decir qué extrañaría más, pues en cierta forma, todo es fácil de extrañar dependiendo del clima.
Ni podría decirles si lo olvidaré pronto, si él lo hará, si le escribiré o me escribirá y aunque la realidad me muestra que no sucederá yo sigo apostándole a los intentos fallidos de romanticidio sobrio; donde no existe dignidad, moral o luces, sólo un sentimiento, una pasión atravesada en la media mitad del pecho que te hace correr y gritar "YA BASTA!" y decides que por tan sólo segundos, nada sucediera.

Pero vivo ahora minuto y medio después de todo el mundo y el daño ya esta hecho. No queda más que afrontar las consecuencias pero cómo me gustaría ser castigada por tu mirada que por tu indiferencia.

No odian tanto darse cuenta de sus problemas luego de que es demasiado tarde? La cosa no era tanto todo, era más yo queriendo un todo que preocupandome por quererlo ahora y si es cierto de que nadie será exactamente como lo prefieres, de algo creo estar segura, uno no esta con alguien por ser quien quiere, sino por ser lo que necesita y yo, necesitaba ese cariño que crecía cada vez que le veía.

Sí, seguramente no debo publicar esto, pero si cometo la falta de enviarlo usted escriba que poco queda una patada en el trasero. Respeto, le dice él.
Odio tanto las cartas que nunca podré enviar. Dejare que pase el tiempo y cuando considere apropiado, será hora de que lea todo lo que le he escrito.

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