lunes, 22 de julio de 2013

Bitácora del Capitán: Día 2

Bienvenida a la ciudad que mal llamas Caracas, resulta que es un estado diferente, así que supongo que cuenta como un viaje más.
Creo que la gente de acá olvida los pequeños placeres de la vida, como subir por los elevados en carro y sentir tu estómago yéndose hacia abajo. Esto me hace recordar a Mérida, creo que la subestimo y la costumbre le quita muchas cosas lindas, como lo grandioso que es poder movilizarse a pie por toda la ciudad, eso no sucede por estos lares.
En casa, drama y más drama, luego la gente pregunta porqué cargo mi tiara. Pero es parte de la condena que debo pagar por dármelas de navegante y estancarme de nuevo en la costa.
No hay mucho que hacer, qué demonios hago acá cuando podría estar en casa alistándome para otra noche de cervezas baratas en el bar de siempre.

Odio este lugar.

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