Es una de esas noches en que no tienes nada de sueño y sin embargo no paras de soñar.
No es que ya no te quiera o te quiera menos, es que ahora te conozco lo suficiente como para saber cuando marcharme.
Por lo que sucedió, lo valió y lo valdrá todo este tiempo.
Le dijo "hasta luego" y ella sonrió sin decir nada, su cabeza susurraba "hasta que me vuelvas a querer".
Se dio la espalda y volvió a contar las horas.
Y a pesar de que a veces la espera se hacía larga y cansada, interminable... Otros días se daba cuenta de que faltaba menos que ayer.
Nunca hubo un tiempo promedio, una etapa o un semestre que pudiese tomar como referencia pero sabía que era sólo cuestión de tiempo y al tiempo hay cosas que son mejor dejarselas por completo.
Habían otros días en los que de verdad se preguntaba si algún día sucedería...
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