En la versión original, ese título iba en pasado pero en la versión real, no se puede negar el presente.
No sé cómo, no sé cuándo, sólo sé que sucedió.
Tengo miedo al futuro, tengo miedo del pasado y desearía vivir el presente bajo mi cobija y no salir jamás.
Es la primera vez que realmente dudo que nos volvamos a topar.
Ya no me conoce, ya no lo conozco y yo que presumía mucho sobre cómo conocía cada uno de sus gestos.
Creí que podía leer por dentro de sus ojos, creí que realmente podía ver más allá de su extraño lunar.
Sus ojos se volvieron cristales, reflejos de las calles sucias, de mis caras largas, de todo lo que uno no quiere ver cuando va para allá.
Debo comenzar a analizar su posición, no imagino vivir tu vida con pausas comerciales para permitirle a una pequeña que te quiera y te odie y te ame y te deje cada de vez en cuando. Creo que para mí sí es más fácil, pues esa ciudad es como el puerto libre donde todas mis fantasías me son accesibles.
Este escrito es un asco, necesito ordenar mis ideas pero necesito drenar tanto. Tengo tanto miedo, sabes? Tanto, tanto.
Pues es la primera vez que me hablaron de ti y no me causó un gran impacto.
Y es la primera vez que lloro sola, en sobriedad, a medio día y sin verguenza alguna.
Es la primera vez que realmente siento que no habrán mañanas. Que no importa cuánto sueñe nunca sucederá.
Me jodiste, mi cabeza ya no soporta tanto.
Me alejo de todo lo lindo, lo romántico, de los sueños y las noches en vela.
Es la primera vez que siento que te amo tanto, pero tanto tanto pero, no te quiero más.
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