miércoles, 3 de junio de 2015

Te he abandonado melancolía

Te he abandonado melancolía
Te cambié por un laburo, sueldo, comisión y tacones.
Por relojes que no seden tiempo para amaneceres.
Por convenientes romances, citas puntuales, contratiempos y obligaciones que me impiden hacer el amor.
Y mato los besos
Y desvío las llamadas
Y me despido antes de que pierda el autobús.
Y no busco excusas
Y llego temprano
Y completo mi trabajo
Y me ejercito a diario
Y como 3 veces
Y no me olvido del baño
Y me cepillo los dientes
Y me acuesto sin sueño
Del cansancio no duermo
Y divido las cuentas
Y cálculos los costos
Y me cohíbo de placeres
Y controlo mis vicios
Cuido mis hábitos
Domino el impulso
Pierdo el tiempo ganando la fortuna que derrocho en planes de seguro médico a largo plazo que nunca utilizaré porque, ¿qué coño puede pasarme postrada en la oficina?
Malgastando la vida
Tecleando páginas enteras y en ellas, ni una sola nota de amor.
¿Qué me pasó?
¿Qué le pasó a este cuerpesito que volaba cada viernes y aterrizaba los domingos.
y jugaba a ser adulta y cometía adulterios y la desangraban de besos y se empapaba en nostalgia...
Y soñaba...
cuánto no soñaba...
Esta cabeza una vez soñaba...
Con romances épicos
con viajes a imposibles
y análisis socio culturales para variar de tópico el día.
Me rehúso a morir de hastío
A querer con cuidado
A contar los cigarros
Al amor a la carta
A cuidarme del tiempo
A vigilar mi peso
A caminar sin ampollas
A desvelarme sin sueños
A beber por sorbos
A encadenarme al escritorio
A condenarme sin errores
A acostarme completamente solo.

Ay! Petunia...
Vuelve a mi e infesta mi cabeza de confeti
Que olvide todo... Hasta lo vivido
Que lo olvide para volver a vivir.

Hoy no puedo
Hoy no quiero
Hoy lo extraño
Hoy no siento
Hoy no como
Hoy no duermo
Hoy no lloro
Mañana quizás sí.
Hoy no pienso
Hoy no fumo
Hoy no cojo
Hoy no muero
Hoy no bebo
Mañana quizás sí.

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