lunes, 8 de junio de 2015

No está tan mal sentirse mal.

No importa si las temporadas cambian o se acaba el día, el perro que carcome mi garganta no requiere de oscuridad para atacarme.
Cada gota que derramo lleva consigo un río completo y si por accidente, lo dejo fluir... Entonces no me repongo en semanas
Tengo una soledad tan agraviada que ni los rayitos del sol me hacen compañía y una tristeza tan primitiva que conservarla sería un chiste.

¿No has sentido el pecho duro y una increíble falta de aire?, una livianez en las extremidades y un peso increíble en los ojos que te dificulta ver y por lo tanto todo es negro.
Ya no se llora hasta quedarse dormido porque se le tiene pavor a los sueños.

Cuando la vida pesa y se acumulan las tristezas en la espalda...
Los días parecen condenas, la luz se disipa en tragedia y toda tu voluntad se traduce en ignorancia.
Todos carecen de tacto y se acercan con asombro. Como si fuese de un bicho loco eso de andar arrastrando los pasos, con el corazón sobre el hombro.

Pero es que no siempre tengo ánimos, precisamente es eso lo que me ha desterrado del mundo de los hombres y me obliga a enclaustrarme cuando mis dientes no eclipsen al sol. Por eso no acudo a amigos, no me pruebo vestidos y menos me atrevo a exponer al escarnio público este sentimiento.

No está tan mal sentirse mal. 
Abrir el alma de par en par
Sufrir desde dentro
Sentarse a llorar y desbordarse de horrores
De soledades,
De amores,
Desangrasre la herida
No está mal sentirse mal y errar siendo humano de a ratos.

Adelántese y deme un rato.
Ya luego le alcanzo y me formo en la fila de los que van de casa al trabajo, del sofá a la cama, de la PC al móvil. A ser normal, a veces.

Pero es que ni morir tranquilo se puede. Basta con un minuto de silencio para escuchar de nuevo mi nombre pidiéndome seguir, pidiéndome hacer, pidiéndome cosas que hoy no tengo ni las ganas, ni las fuerzas, ni la energía como para poder...

No está tan mal sentirse mal...
Y después no es que me sienta mejor, a decir verdad.
Pero siento y con eso me conformo.

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"Yo canto mis soledades porque me sobran"
 - Joaquin Sabina.

miércoles, 3 de junio de 2015

Te he abandonado melancolía

Te he abandonado melancolía
Te cambié por un laburo, sueldo, comisión y tacones.
Por relojes que no seden tiempo para amaneceres.
Por convenientes romances, citas puntuales, contratiempos y obligaciones que me impiden hacer el amor.
Y mato los besos
Y desvío las llamadas
Y me despido antes de que pierda el autobús.
Y no busco excusas
Y llego temprano
Y completo mi trabajo
Y me ejercito a diario
Y como 3 veces
Y no me olvido del baño
Y me cepillo los dientes
Y me acuesto sin sueño
Del cansancio no duermo
Y divido las cuentas
Y cálculos los costos
Y me cohíbo de placeres
Y controlo mis vicios
Cuido mis hábitos
Domino el impulso
Pierdo el tiempo ganando la fortuna que derrocho en planes de seguro médico a largo plazo que nunca utilizaré porque, ¿qué coño puede pasarme postrada en la oficina?
Malgastando la vida
Tecleando páginas enteras y en ellas, ni una sola nota de amor.
¿Qué me pasó?
¿Qué le pasó a este cuerpesito que volaba cada viernes y aterrizaba los domingos.
y jugaba a ser adulta y cometía adulterios y la desangraban de besos y se empapaba en nostalgia...
Y soñaba...
cuánto no soñaba...
Esta cabeza una vez soñaba...
Con romances épicos
con viajes a imposibles
y análisis socio culturales para variar de tópico el día.
Me rehúso a morir de hastío
A querer con cuidado
A contar los cigarros
Al amor a la carta
A cuidarme del tiempo
A vigilar mi peso
A caminar sin ampollas
A desvelarme sin sueños
A beber por sorbos
A encadenarme al escritorio
A condenarme sin errores
A acostarme completamente solo.

Ay! Petunia...
Vuelve a mi e infesta mi cabeza de confeti
Que olvide todo... Hasta lo vivido
Que lo olvide para volver a vivir.

Hoy no puedo
Hoy no quiero
Hoy lo extraño
Hoy no siento
Hoy no como
Hoy no duermo
Hoy no lloro
Mañana quizás sí.
Hoy no pienso
Hoy no fumo
Hoy no cojo
Hoy no muero
Hoy no bebo
Mañana quizás sí.