martes, 11 de marzo de 2014

Manifiesto por escrito.

Que estoy jodida a un nuevo nivel, uno que desconocía hasta esta noche.
Y tomo plena responsabilidad por los actos y el dolor que pueda causarle a terceros.
Pero me declaro incapaz de poder confiar en alguien.
Yo que me jactaba de la inocencia, la que siempre me caracterizó y me dio fama.
De ser tan crédula que varias veces dijeron ser incapaces de realizar una mala jugada en mi contra porque no la merecía.
Y que muchos de mis allegados batallarían a capa y espada contra cualquiera que quisiera afectar mi entorno de fantasía.
Ahora quisiera dejar algo más por escrito.
Que si de hablarle se trata, no podría.
Yo ya no sé cómo hablarle, no tengo nada que decirle.
Sólo una cosa y por eso preferiría hacerlo ahora que he ordenado otro espacio de mi cabeza.
Siempre disfruté el decir "No cambiaría nada de mi vida" pero ahora si hay algo que quisiera.
Y es que desearía, si tuviese la oportunidad, retroceder el tiempo y decirle cuando tuve el momento que le fui infiel y me acosté con un completo desconocido.
Recuerdo que me tortura hasta estos momentos no porque esté mal, sino porque quise hacerlo. Quise decirlo, necesitaba decirlo y me molesta tanto el que no lo hubiese hecho.
No sé cuándo podré perdonarme el no haberlo hecho.
Debí haber huido si iba a hacerlo.
Esa tarde, cuando salí corriendo del museo y prometí no volver.
No debí pedir consejo, no debí sentarme en la escalerilla a pensar.
Debí haber tenido el valor para irme si no iba a afrontarlo o regresar y decir lo que me carcomía la cabeza.
Pero me dejé llevar por mis ganas de no perderlo.
Es que, carajo! Después de que me abrazó y lloró sobre mi hombro, decir eso...
No debo ser tan dura conmigo misma.
Era demasiado joven.
Estaba demasiado asustada.
Muy inmadura e irresponsable.
Pero gracias a eso nunca podré confiar en nadie, ni en mi misma.
Porque sé que me he mentido sólo para llevar "la fiesta en paz".
Yo no tengo ni fantasías, ni sueños, ni ganas de retomar una incrédula amistad.
Y es que aun si las tuviese, cómo para qué?
Cómo para qué quisiera yo alguien en quien no puedo confiar?
El problema es que me pesa, me molesta pero es cierto, no puedo confiar ahora ni en lo que es bueno.
Es dulce, es atento, joder!
Hay tanta gente que ha intentado demostrarme tantas cosas y sencillamente aunque lo sé.
Aunque lo acepto.
Sencillamente yo no puedo.
Me declaro emocionalmente incapacitada para salir con alguien.
Pues sería una farsa si no consigo confiar en ningún gesto, en ninguna palabra.
Ahora pago mi error por adolescente.
Confíe de más en quien no debía.
Confíe de más en lo que yo quería.
Confíe más de la cuenta.
Y me aferré a pequeñas dosis de subrealismo que usted me decía.
Con tal de bajarme (les) las bragas, lo haría y de eso estoy segura hoy en día.
No debo ser tan ruda con mi yo inocente.
Asustado.
Joven.
Y de 17 años.
Pero de ahora en adelante, debo ser muy ruda conmigo misma.
Y ver cómo carajos hago para volver a creer en algo.

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