Eramos como niños...
tristes y gallardos
atados de manos y brazos para evitar mostrar nuestros lamentos.
Nos quisimos de ratitos
yo necesitaba un alma y él un cuerpo
hicimos el intento.
Arrojamos de la cama todo lo que en vida nos sobraban
las tristezas, los recuerdos, el pasado o el amor....
Cada noche ganabamos
y nos acostabamos perdidos
porque el triunfo mal merecido nunca deja buen sabor de boca
y a la mañana siguiente consistia en empezar de cero...
A buscarle
A contarle
A la amistad cultivada de tantas cicatrices.
Jugabamos a ser niños
y cada abrazo era un tormento
cada beso...
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