Confieso, el placer más culposo es cometer un error, de nuevo.
Tratándose de la vida,
la muerte
y las parodias de la incongruencia
me encuentro frente a frente con el reflejo de mis mejores momentos
y a pesar de bastarme
y a pesar de ser buenos
como siempre, yo espero.
Así que de momento, intentemos componernos
Vayamos armando pieza por pieza el desastre de la cabeza para que cuando a los pies les de por picar, hayamos terminado de pagar la renta.
Me despido así de mi blog (de este) para comenzar uno nuevo.
Como siempre, bajo el mismo pretexto:
Olvídense que me ocuparé demasiado de ello.
Si alguna vez leen "pago bueno por pésima redacción"
Avísenle a su servidora
que con pecado mendigaré monedas
para coquetearles a todos como señora.