Si algo aprendí de la guerra, fue a marcharme tan rápido como pueda. No tanto por el crimen, sino por la prensa.
viernes, 1 de abril de 2016
Abril
El peligro atrae por los latidos que contrae cada vez que se disipa la paranoia entre las venas. A estas alturas ¿de qué podría quejarme?
Habría sido pirata de haber traficado coraje, pero algunos pedidos demoran más que otros en hacerse efectivos y a purita crudeza sé que al patrono no le simpatizan los hombres en plan de retorno.
Nunca pude irme muy lejos de casa, fallaría mi orientación si piso un terreno baldío, así que no convenzo a nadie de caminar conmigo.
¿Quién pueda leerme el significado de una paradoja? sería de gran ayuda en estos tiempos de pampero.
Evoco a todos y cada uno de los lugares comunes cuando el nido está vacío
a ver si por mero accidente, le da por florecerme memorias
existencias de vida que nunca llegó a penetrar este cuerpo, pero las hallo tan dentro, que me miento.
Son gustosas las tardes en que descubro quién soy y cómo me siento
más placenteras cuando no soy yo a quien revelo.
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