Eres una sorpresa y en cada encuentro, una fiesta.
Los suspiros que brotan de los poros terminan disipándose a la altura de los anhelos.
No queda duda, el humano es torpe,
iluso,
y pendejo.
Pero... Quién sería yo para contradecir a la naturaleza...
tentar al destino y arruinar su obra maestra...
Esto, es tan propio y tan tuyo.
Esto de acabar con mis sentidos,
mis escudos,
desnudándome en mitad de la vida, para dejarme ver como lo que soy...
de carne,
miedo
y sentimientos.
Tus labios tienen un gustito a imposible que despierta mi sed victoriana,
Un viaje adentro, al descubrimiento de nuevos poros, perdidos en el universo de vellitos que decoran con tanto capricho mi cuerpo...
... El mundo despega con cada roce...