Y entonces me dijo que era linda y me lo dijo cada día, cada mañana, cada noche y cada tarde y sin darme cuenta, poco a poco lo creía.
Y sonreía más y reía más y me sentía mejor.
Y al paso del tiempo sentí que estaba justo donde debía... Con alguien que no aplaudía cada una de mis acciones pero sabía justo cuando tragar su orgullo y abrazarme.
Los días pasaron y fue tan absolutamente hermoso que no los sentía irse... Llegaba a creer que esa era mi vida, que ese era mi lugar.
Luego desperté y sabía que no era real, seguía siendo linda pero ya no estaría él para recordarlo... Seguía siendo yo pero ya no había quien molestar.
Daría mucho por volver a sentirme de nuevo a gusto con mi piel, sentir que la brisa y el sol no molestan y que de verdad soy alguien que vale la pena querer.
No ha pasado mucho desde la última vez que besé sus labios y juro que se me dificulta recordarlos... Es tan extraño, estaba tan cómoda que olvidé por completo activar mi memoria y guardar en ella cada instante, cada caricia, cada beso, cada mordida y cada escena.
Por ahora siento que alguien sin permisos bajó el fuego y que todo se enfriará más de lo que se cocinará. Sería posible volver a verlo y que deje de ser todo tan perfecto?
Tengo miedo, de nuevo.
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