viernes, 15 de marzo de 2013

Nuevos tiempos


Me había convertido en un ser tan lejos de lo que solía ser que ya ni me interesaba hablar de mi. Cada vez que alguien preguntaba “Cómo estás” podía voltear la pregunta y lograr que toda la conversación se enfocara en ellos, una conversación donde sólo yo hago las preguntas.
Poco a poco todos se iban adaptando.
No me siento mal al respecto, no es que no les interese mi persona, sólo que todos preferimos hablar de nosotros mismos.
No tengo miedo a contar lo que siento y como lo hago, miedos no caben en mi cabeza, cuerpo pequeño con armadura grande… Pero hablar con los demás es la única forma de dejar de hablar de mi, para qué seguir todo el día enfrascada en el mismo tema, para qué comer ahora si en casa tengo la cena caliente esperando ser devorada?
Si me interesaría hacerle a alguien saber como me siento, volvería al psiquiatra.

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